Riesgos infecciosos asociados a la DANA

Los desastres naturales no importan enfermedades, ni los cadáveres son fuente de epidemia, pero un saneamiento y alcantarillado ineficaces pueden favorecer ciertas infecciones. Diarrea, leptospirosis y tétanos, principales riesgos infecciosos asociados a la DANA.

Riesgos infecciosos asociados a la DANA

La mala higiene, el hacinamiento, la falta de agua potable, y un saneamiento ineficaz y alcantarillado deficientes  pueden favorecer determinadas enfermedades. Los desastres naturales no importan enfermedades infecciosas a las zonas afectadas, sí pueden aparecer brotes de patología infecciosa como resultado de la exacerbación ciertos factores de riesgo.

Además, es importante tener en cuenta, como recuerdan desde el Ministerio de Sanidad, que no hay evidencia científica de que la contaminación de aguas por cadáveres humanos o animales constituya un riesgo importante de enfermedades epidémicas tras un desastre natural.

Sin embargo, desde el mismo Ministerio se advierte que es probable que de las aguas estancadas comiencen a surgir problemas de salud pública como puede ser la aparición de mosquitos que puedan transmitir enfermedades.

La mayoría de microorganismos no sobreviven mucho tiempo en el cuerpo humano tras la muerte. Las infecciones que podrían causar estos problemas no son epidémicas en España.

Diarrea y Leptospirosis

Por su parte, la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES), destaca que las enfermedades diarreicas son la principal causa de infección en países desarrollados afectados por un desastre y “suelen estar relacionadas con la contaminación de las fuentes de agua (contaminación fecal) y la contaminación del agua durante el transporte y el almacenamiento”;  así como con “el uso compartido de recipientes para el agua y ollas, la escasez de jabón y los alimentos contaminados”.

En cuanto a la leptospirosis, es una enfermedad endémica en Valencia por las riadas, por la albufera y por las acequias.

Las bacterias del género Leptospira se localizan fundamentalmente en tres lugares en España: el Delta del Ebro, la Albufera de Valencia y las Marismas de Huelva.

Puede transmitirse a través del contacto con agua, alimentos y suelo contaminados que contengan orina contaminada (leptospiras) de animales infectados.

Fases clínicas tras la catástrofe

Ayer martes se cumplieron dos semana de las inundaciones en Valencia, lo que se clasifica dentro de la fase clínica 2 de los desastres naturales, la fase posterior al impacto (de 4 días a 4 semanas); este es el periodo en el que pueden surgir las primeras oleadas de enfermedades infecciosas (infecciones transmitidas por el aire, los alimentos o el agua).

A partir del mes, la fase clínica 3 se considera de recuperación: “Es el período en el que los síntomas de las víctimas que han contraído infecciones con largos períodos de incubación o aquellas con infecciones de tipo latente pueden volverse clínicamente evidentes», afirman desde el SEMES.

Planificación para minimizar los riesgos infecciosos asociados a la DANA

  • Proporcionar 3,5 m2 de espacio de refugio por persona.
  • Construir una letrina por cada 20 personas. Ubicar las letrinas a 30 m de distancia de los refugios y a 100 m de distancia de los suministros de agua.
  • Suministro adecuado de agua un mínimo de 20 litros por persona y día, “para beber, bañarse, lavarse y para la eliminación de excrementos.

Desde Farmacia Blanch estamos ofreciendo toda la ayuda posible mediante consejos y medidas de prevención y protección tanto para los afectados por esta DANA como para el personal sanitario desplazado a la zona 0 como también para todos aquellos voluntarios que han mostrado su ayuda en esta catástrofe natural histórica.

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